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CARACOL GIGANTE AFRICANO - Achatina fulica
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Mayra Alejandra Galindo Panqueva
Bióloga. CORPOCESAR
pachamama1986@hotmail.com
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Ultima actualización
Impactos ambientales.

Invasiones como la del caracol gigante africano han pasado desapercibidas para la sociedad, por varias razones: alertas tardías por parte del sector ambiental, desconocimiento de la especie invasora por parte de la sociedad que sufre la invasión, capacidad de la especie para camuflarse en las etapas tempranas de la invasión. Todo esto contribuye a que el ataque silencioso de esta especie no se considere en su verdadera dimensión. Se sabe que es una especie que se alimenta de todo tipo de material y que al no tener enemigos directos se puede reproducir rápidamente.

Al aumentar sus tamaños poblaciones compiten por los mismos recursos de las especies nativas, con los que las presionan, las desplazan y las pueden eliminar. Esto ya ocurre con caracoles de la Amazonía y la Orinoquía, que incluso no vuelven a salir de sus conchas y mueren de inanición.
En otros países se han introducido otros moluscos que los controlan, pero se ha demostrado que estos también, por ser exóticos, se convierten en nuevas plagas que generan más impactos negativos.

Salud pública.

En la etapa actual de invasión de Achatina fulica en el país, con fuerte presencia en el entorno de la sociedad humana, es necesario considerar que se debe tomar precauciones relacionadas con salud pública, con base en alertas generadas en diversos países del planeta. El caracol gigante africano repta por el suelo, entre basureros y escombros, en donde se alimenta de cualquier material orgánico, cadáveres y heces de diferentes organismos, incluidas heces humanas, y también entra en contacto con ratas. En todos los casos puede adquirir parásitos, bacterias y hongos, con los que se convierte en vector de organismos que pueden afectar la salud de los humanos, animales domésticos y ganados diversos. La incertidumbre sobre la presencia de cualquiera de estos organismos en los caracoles, debe bastar para generar un programa de control por los riesgos sanitarios derivados de la zoonosis.

Impactos sociales.

Achatina fulica se ha introducido al espacio cultural de las familias de los pueblos y campos: las casas, los jardines y huertas anexas, los pequeños cultivos, los prados de juego de los niños, los cementerios y todo sitio posible donde pueda prosperar. Allí se hacinan por centenares y miles, y ´producen hedores que desmejoran la calidad de los lugares comunes de la sociedad. Además, consumen y deprimen parte de la riqueza acumulada en años de esfuerzo familiar, al punto que se reduce la cantidad de recurso alimenticio antes abundante y ahora deteriorado, situación que no sufrían los habitantes de los campos.

Impactos agrícolas.

Los pequeños productores comienzan a perder parte de sus cosechas por la invasión masiva que afecta diferencialmente los cultivos y la producción: huertas y jardines medicinales destruidas, y con grandes estercoleros que no invitan a cultivar o cosechar; pérdida permanente de follaje y de frutas en el caso de arbustos (papaya y anones), en los que las frutas carnosas son parcialmente consumidas por el caracol (superficie del fruto raspada) que presentan heces y baba, hasta la tala de sus arbustos frutales para que los caracoles no vuelvan.


Linares,E.L.,J. Avendaño, A. Martínez & A.V. Rojas. 2013. El caracol gigante africano: un visitante indeseado. Miniguías de Campo del Instituto de Ciencias Naturales
No. 16. Instituto de Ciencias Naturales, Facultad de Ciencias, Universidad Nacional de Colombia, Sede Bogotá.